os contratos mercantiles son acuerdos legales que se emplean para realizar transacciones entre empresas o profesionales y estar protegidas ambas partes. Esto abarca desde la compraventa de bienes hasta la prestación de servicios o acuerdos de distribución.
Estos documentos juegan un papel clave para las empresas y autónomos, pues permiten que tengan la seguridad jurídica necesaria para llevar a cabo su actividad profesional.
Si tienes una compañía o deseas empezar a operar, es importante que tengas claridad sobre estos contratos, así como todos los aspectos legales para proteger tus operaciones.
Importancia de los contratos mercantiles
Los contratos mercantiles son cruciales porque los desacuerdos o malentendidos pueden transformarse rápidamente en problemas legales, afectando la estabilidad de tu organización.
De acuerdo con el Código de Comercio, estos aplican para:
- Las personas que tienen capacidad legal para ejercer el comercio.
- Las sociedades constituidas conforme a las leyes mercantiles.
- Las sociedades extranjeras o las agencias y sucursales que ejerzan actos de comercio dentro del territorio nacional.
Cuando están correctamente redactados ayudan a evitar problemas como:
- Entregas de productos fuera de tiempo.
- Incumplimiento de pagos.
- Confusiones en las condiciones de un servicio.
Los contratos mercantiles, además de proteger a las personas involucradas contra incumplimientos, ofrecen respaldo legal en caso de que haya problemas o disputas.
Tener un acuerdo formal puede marcar la diferencia entre resolver un conflicto de forma rápida o enfrentar largos procesos legales que tienen un impacto negativo en la reputación y finanzas de las empresas involucradas.
Tipos de contratos mercantiles
Existen diferentes tipos de contratos mercantiles, los cuales pueden agruparse de acuerdo con la siguiente clasificación:
Contratos de cambio
Estos se emplean cuando se intercambia un bien por otro o por la prestación de un servicio.
Dentro de este tipo de contratos mercantiles encontramos:
1. Contratos de compraventa
Mediante ellos, se lleva a cabo compraventa de bienes inmuebles o muebles. Una de las partes se compromete a dar una determinada cosa u objeto y la otra, a pagarla.
Este es uno de los contratos más usados y constituye la principal forma de adquirir bienes.
2. Contratos de permuta
A través de este contrato mercantil, las partes involucradas acuerdan el intercambio de determinados bienes o servicios.
3. Contratos de arrendamiento
El arrendador entrega al arrendatario el objeto del contrato en régimen de alquiler por el tiempo definido en el contrato.
Este tiempo puede extenderse cuando finaliza si así lo acuerdan ambas partes.
4. Contratos de suministro
Es un acuerdo en el que una de las partes (proveedor) se compromete a entregar bienes o productos a la otra parte (cliente) periódicamente durante un tiempo determinado.
Este tipo de contrato mercantil es usado en relaciones comerciales en las que se necesita un abastecimiento constante, como en cadenas de producción o ventas al por menor.
5. Contratos de transporte
Una parte (transportista) se compromete a trasladar bienes o mercancías de un sitio a otro por encargo de otra parte (remitente o cargador).
Este contrato es clave en logística y distribución, ya que asegura que los productos lleguen a su destino en tiempo y forma.
Contratos de colaboración
Estos establecen un compromiso para prestar un servicio o realizar una determinada actividad con el fin de conseguir un resultado concreto.
En esta clasificación entran:
1. Contratos de agencia
El agente actúa como intermediario independiente en representación de una compañía, promoviendo o vendiendo productos a cambio de un pago.
Los agentes no asumen el riesgo de dichas operaciones y suelen aplicar a una determinada zona geográfica.
2. Contratos de mandato
A través de este, una parte se obliga a celebrar uno o diferentes actos de comercio por cuenta de otra.
Consiste en confiar la gestión de uno o más negocios a otro, quien debe hacerse cargo de ellos.
Debido a ello, tiene que ser consensual, bilateral imperfecto y de buena fe.
3. Contratos de franquicia
Es el documento mediante el que una parte (franquiciante) otorga una licencia de uso de marca a otra y le transmite los conocimientos técnicos del negocio al asociado (franquiciatario), con el fin de que pueda comercializar los productos o servicios asociados a esa marca.
4. Contratos de seguro
En estos contratos mercantiles, una de las partes (aseguradora) se compromete a cubrir a la parte asegurada ante determinados riesgos a cambio del pago de la prima del seguro.
Contratos de préstamo y crédito
Son creados por entidades financieras que prestan dinero a cambio de su devolución junto con la suma de intereses pactada.
Dentro de este tipo de contratos, también se encuentran los de crédito hipotecario, y son importantes para respaldar que lo que se otorga sea devuelto según las condiciones establecidas.
Contratos de prestación de servicios profesionales
Es un acuerdo de carácter civil y bilateral a través del cual un prestador de servicio (persona natural o jurídica) se obliga a llevar a cabo un determinado trabajo o servicio independiente para el cliente, quien asume el compromiso de pagar los honorarios pactados.
Contratos de fideicomiso
Es un contrato mediante el que una parte, llamada fiduciante, adquiere el compromiso de transmitir una propiedad de bienes a otra persona, conocida como fiduciario, quien está obligado a administrarla en beneficio de una tercera persona o grupo (beneficiario).
Aspectos legales que deben incluir los contratos mercantiles
Un contrato mercantil, además de formalizar los acuerdos entre las partes relacionadas, establece un marco legal para proteger los intereses.
Sin embargo, para que sea válido, tiene que cumplir con determinados elementos clave que aseguren cumplimiento y claridad:
1. Identificación de las partes involucradas
Es crucial que el contrato especifique quiénes son las partes involucradas en el acuerdo. Esto incluye:
- Nombres completos o razón social de las empresas o personas que lo conforman.
- Domicilio fiscal o legal de cada parte.
- Datos de identificación oficial: números de registro empresarial o documentos de identificación.
Esto asegura que ambos estén identificados plenamente y que no haya confusiones o disputas relacionadas con quiénes están obligados a cumplir las condiciones del contrato.
2. Objeto del contrato
Este se usa para definir de forma precisa el propósito del contrato. Debe responder a preguntas clave como:
- ¿Qué producto/servicio es objeto del acuerdo?
- ¿Qué características posee (calidad, modelo, etc.)?
- ¿Cuál es el alcance del compromiso de ambas partes?
Un objeto del contrato bien definido evitará ambigüedades y permitirá tener clara la intención del acuerdo. Por ejemplo, en uno de compraventa, tiene que incluir: tipos de bienes entregados, qué cantidades y en qué condiciones.
3. Términos y condiciones clave
Es el núcleo del contrato mercantil, pues aquí se establecen las reglas del acuerdo incluido:
- Plazos y fechas de cumplimiento: fecha de entrega, duración del contrato y términos para su renovación o término.
- Formas de pago: tiene que incluir el monto, moneda y método de pago, así como la fecha de vencimiento.
- Obligaciones y responsabilidades: todas las acciones en detalle que cada parte debe cumplir.
Además de esto, pueden incluir condiciones adicionales para aclarar situaciones específicas, como políticas de cancelación o devoluciones.
4. Cláusulas específicas importantes
Las cláusulas específicas son fundamentales. Aquí se deben tener en cuenta los siguientes tipos:
Confidencialidad
Sirven para salvaguardar la información sensible que se comparte durante los acuerdos. Estas cláusulas aseguran que ninguna de las partes comparta secretos industriales, datos importantes o estrategias comerciales.
Penalizaciones por incumplimiento
Se trata de las sanciones que se pueden aplicar si alguna de las partes no cumple con las condiciones pactadas previamente; por ejemplo, multas o hasta terminación del contrato.
Resolución de conflictos
Establece cómo se van a resolver los desacuerdos que surjan durante el tiempo del contrato. Por ejemplo: mediación, arbitraje, tribunales, etc.
5. Firma de las partes y testigos (si aplica)
Los contratos mercantiles pueden incluir un apartado para las firmas de las partes que participan, lo cual ayuda a formalizar los acuerdos y se compruebe que ambos lados están de acuerdo con los términos.
En ciertos casos, es recomendable que haya testigos; todo va a depender de la importancia del contrato.
Todo esto es muy importante porque los contratos mercantiles que no cumplen con los requisitos establecidos no producen obligación ni acción en juicio.
Problemas comunes por la falta de contratos mercantiles o contratos mal redactados
La ausencia de contratos mercantiles o su mala redacción puede provocar múltiples conflictos para las relaciones que se establecen.
Dentro del mundo empresarial, donde las relaciones se basan en la confianza pero también en intereses, los acuerdos informales pueden no ser suficientes para enfrentar problemas o malentendidos.
Por ello, es importante contar con contratos mercantiles que garanticen que las condiciones establecidas se cumplan. Así evitarás:
Falta de claridad en términos del acuerdo
Uno de los problemas más comunes es la ambigüedad dentro de los términos de los contratos.
Si no se define todo correctamente, puede haber interpretaciones contradictorias sobre puntos clave, como plazos de entrega, costos, condiciones de pago, responsabilidades, etc.
Esta falta de entendimiento puede provocar retrasos, gastos adicionales o hasta pérdida de confianza y contratos.
Dificultad para hacer valer los derechos legales
Cuando no hay un contrato mercantil o no está bien estructurado, las partes pueden enfrentar barreras para hacer valer sus derechos en caso de incumplimiento.
Los acuerdos verbales son difíciles de probar en instancias legales, dejando a las empresas en posiciones vulnerables.
Esto puede provocar que haya pérdidas económicas importantes, especialmente si solo una de las partes no cumple con sus obligaciones y no hay respaldo legal de las condiciones pactadas.
Desprotección ante cambio o imprevistos
Otro problema que suele haber es la falta de previsión en el contrato para escenarios como fluctuaciones en costos de producción o problemas de transporte.
Los contratos mercantiles tienen que contemplar cláusulas de ajuste o renegociación para evitar conflictos innecesarios y la ruptura de relaciones comerciales estratégicas.
Vicios del consentimiento en los contratos mercantiles
Además, de los problemas que puede haber, también suelen surgir vicios del consentimiento, que pueden afectar los contratos o, incluso, anularlos.
Los vicios del consentimiento son circunstancias que influyen para que una persona moral o física manifieste su voluntad. Por ejemplo:
Error
El error es la falsa apariencia de la realidad. Se puede dar cuando una de las partes cree que celebra un tipo de contrato, como alquiler, y en realidad, se trata de un contrato de arrendamiento financiero.
Dolo
El dolo es una maquinación que emplea una de las partes involucradas para inducir a la otra al error o engañarla para que manifieste su voluntad de celebrar el contrato mercantil.
Por ejemplo, una empresa ofrece transportar mercancía a otra haciéndole creer que llegará a su destino en un tiempo más corto del estipulado y no es así.
Mala fe
La mala fe se da cuando uno de los contratantes se da cuenta del error en que cae la otra parte y no se lo hace saber.
Violencia
Se produce cuando se emplea fuerza física o amenazas que pongan en riesgo la vida, libertad, salud o bienes del contratante, su cónyuge, descendientes o ascendientes.
Lesión
Consiste en el aprovechamiento de la suma ignorancia de algunas de las partes en el contrato o de su notoria inexperiencia, con el fin de buscar un beneficio propio.
Asesoría Legal, clave para contratos mercantiles sólidos
Ahora que sabes qué son los contratos mercantiles y tienes consciencia de que van más allá de la simple documentación de acuerdos, es muy importante que comiences a darle la importancia que tienen y optes por recibir Asesoría Legal profesional.
Cada cláusula, término y detalle puede marcar la diferencia entre una relación comercial exitosa y un conflicto legal que afecte tus operaciones, por lo que contar con la asesoría de expertos legales asegura que tus contratos estén alineados con la normativa vigente, reflejen los intereses de tu empresa y prevean posibles riesgos.
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