La protección de la información es un elemento clave para cualquier empresa, ya que el objetivo es resguardar uno de los activos más valiosos de la organización: los datos. Si no se tiene el cuidado necesario, pueden existir problemas como brechas de seguridad, ser víctimas de ciberataques o robo de información.
Para reducir los riesgos y mantener una compañía segura frente a la ciberdelincuencia existen medidas que tienen que implementarse.
En este artículo vamos a conocer las 10 mejores prácticas para la protección de la información.
1. Implementación de Ciberseguridad
Una infraestructura de Ciberseguridad sólida es esencial para proteger la información. Esto implica adoptar medidas que abarcan desde la instalación de cortafuegos, o firewall, y sistemas de detección de intrusos hasta la implementación de protocolos de cifrado que resguardan los datos tanto en tránsito como en reposo.
Un enfoque proactivo en la Ciberseguridad no solo previene ataques cibernéticos, sino que garantiza la continuidad operativa en caso de una brecha, que es un incidente en el que se vulneran los sistemas permitiendo el acceso no autorizado a datos confidenciales o restringidos y que puede tener consecuencias graves como el robo de información.
El objetivo de la implementación de un plan de Ciberseguridad es cuidar de todos los sistemas, redes, dispositivos y datos de acceso frente a amenazas como ataques, daños o robo, mantengan a la organización segura.
Algunos de los puntos principales de esta práctica consisten en:
- Prevención de brechas de seguridad.
- Mitigación de las ciberamenazas.
- Protección de datos sensibles.
- Evitar interrupciones en las operaciones.
2. Realiza respaldo de información
Asegurar que la información se guarde regularmente es una de las mejores prácticas para garantizar su recuperación en caso de pérdida.
Los respaldos de información deben realizarse de manera periódica, y es recomendable utilizar una combinación de almacenamiento en la nube y dispositivos locales.
Además, es importante probar la integridad de estos, asegurándose de que los datos puedan ser restaurados sin problemas en caso de emergencia.
Un ejemplo claro de esta práctica sería la realización de respaldos diarios de los archivos más críticos o más importantes dentro de la empresa.
3. Realiza auditorías TI
Las auditorías de TI permiten identificar vulnerabilidades en la infraestructura tecnológica que podrían comprometer la protección de la información.
Estas auditorías, realizadas por personal especializado o terceros independientes, deben enfocarse en revisar configuraciones de seguridad, accesos a los sistemas y la efectividad de las políticas de seguridad implementadas.
Por ejemplo, la auditoría puede detectar cuentas de usuario que ya no deberían tener acceso a información sensible, permitiendo la corrección oportuna.
4. Haz copias de seguridad de datos críticos
La protección de la información también consiste en asegurarse de que los datos críticos estén replicados en ubicaciones seguras. Es recomendable almacenar estas copias en al menos dos lugares físicos separados y en servicios en la nube cifrados.
Esta práctica reduce el riesgo de perder información valiosa por fallos técnicos o ataques cibernéticos. Asimismo, las copias de seguridad de estos datos deben realizarse en tiempo real, especialmente cuando se manejan grandes volúmenes de información confidencial.
5. Refuerza los controles de hardware
Desde la instalación de software antimalware hasta la implementación de herramientas de monitoreo de redes, reforzar los controles sobre los dispositivos de acceso garantiza la seguridad de los datos.
Además, es fundamental garantizar que los dispositivos desechados se manejen correctamente mediante técnicas de eliminación segura de datos, como el borrado seguro o la destrucción física de los discos duros.
6. Regula el acceso a los datos
No todos los miembros de una organización deben tener acceso a toda la información. Una práctica clave en la protección de la información es establecer un esquema de acceso que permita que sólo el personal autorizado maneje ciertos datos.
Esto puede lograrse a través de permisos basados en roles, lo que asegura que cada usuario acceda únicamente a la información que necesita para cumplir con sus responsabilidades y minimizar el riesgo de exposición de datos sensibles.
Asimismo, la implementación de medidas como controles de acceso basados en identidad y autenticación multifactor asegura que solo los usuarios autorizados puedan ingresar a las aplicaciones que contienen información crítica.
Finalmente, controlar la cantidad de usuarios que tienen acceso a determinados datos es una práctica esencial para limitar las posibles fugas de información. Este enfoque debe aplicarse tanto a nivel físico como digital.
7. Actualiza los sistemas con regularidad
Mantener los sistemas operativos, software y aplicaciones actualizados es una de las mejores formas de proteger la información de malware conocido.
Las actualizaciones de seguridad corrigen fallas que podrían ser aprovechadas por atacantes cibernéticos, por lo que es esencial que se apliquen de manera oportuna.
Un sistema sin las actualizaciones adecuadas está en mayor riesgo de ser víctima de malware o ataques de ransomware, que tienen el objetivo de secuestrar la información, lo que podría poner en peligro los datos almacenados.
8. Políticas de seguridad dentro de la empresa
Tener políticas claras y actualizadas sobre el manejo de la seguridad de la información es fundamental para establecer un entorno seguro.
Estas políticas deben abarcar desde el uso adecuado de contraseñas hasta la correcta gestión del correo electrónico. Asimismo, deben comunicarse de manera efectiva a todo el personal y actualizarse regularmente en función de nuevas amenazas o cambios tecnológicos.
9. Controla los canales de salida de información
Establece políticas que restrinjan el uso de aplicaciones, servicios de almacenamiento en la nube y programas no autorizados que puedan facilitar la transferencia masiva de información.
Por ejemplo, deshabilitar el acceso a nubes públicas no verificadas reduce significativamente los riesgos de filtraciones accidentales o intencionales.
Finalmente, implementar software especializado en monitoreo y bloqueo de sistemas de salida asegura que los datos de tu organización se mantengan siempre bajo control.
Prácticas de protección de información con Moore Orozco Medina
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